La superficie

 

¡Increíble!

Y eso es solo la superficie.

¿Cuánta profundidad?

Infinita

 

Siempre que llegués a lo que creés es el final de algo, eso es solo el principio de algo más,  la superficie.

Me maravilla este mundo, infinito y asombroso en todas direcciones.

Me alivia saber que sin importar qué tan profundo, qué tan lejos, o qué tan arriba estemos, siempre estamos empezando.

El camino es infinito en todas direcciones. No importa cuánto hayás recorrido o cuánto querás recorrer, lo que importa es adonde estás ahora. Lo que importa es que estás. Lo que importa es que sos.

Cualquier lugar en el camino es solo eso, un lugar en el camino, hasta que vos llegás, y entonces es todo.

 

Del cielo a la tierra y de la tierra al cielo.

De nada a todo y de todo a nada.

Hacia adentro y hacia afuera.

 

La eterna respiración de un universo enamorado del ser.

 

 

Pescando historias

Todas las noches me voy con la caña al borde del mar.

A veces bajo la luz de la luna y a veces bajo las estrellas, a veces entre la niebla y a veces en la absoluta oscuridad.

Hay noches que los peces brincan por todas partes y otras tenebrosamente silenciosas.

Sea como sea tiro el anzuelo y espero paciente porque sé que nunca se sabe qué se puede sacar de las profundidades del mar.

Y es que mi caña es la pluma y la escritura es el mar, y lo que pesco…

No hay límites a lo que pueda sacar. Peces, sirenas y monstruos del fondo del mar.